martes, 20 de abril de 2010

LA CHICA DEL MASSIMO DUTTI

Hoy toca poner el punto y final a una curiosa anécdota que mi gente cercana bien conoce por lo divertida de la historia. Y que ese punto sea final y no seguido de puntos suspensivos puede parecer tener un amargo sabor de boca, pero para mi no lo es. Cuando la espontaneidad del momento no provoca continuidad, no hay que ir a buscarla. Tal vez no sea el momento. Tal vez no sea la persona. Al menos queda algo gracioso que contar...

- Sí, digame?
- Hola! Preguntaba por Paula...
- Sí soy yo.
- Hola Paula! Soy Adrián. El chico que acaba de estar en la tienda, aquel que en su día se llevó dos chaquetas por no saber con cual quedarse.
- Ah sí...
- Soy breve, que seguro que los dos tenemos trabajo... No sé si hoy llevabas un mal día... pero me ha dado la impresión de que te equivocas conmigo. Si pensabas que pretendía ligar contigo... no era así. Yo solo me había acercado a la tienda porque el día que nos conocimos me caiste simpática y quería comentarte sobre mi elección de la chaqueta...
- Espera, espera! Me estás dejando a cuadros!
- Cómo? Acaso no has estado evitándome todo el tiempo en la tienda?
- No.... verás, sí, llevo un mal día.... hoy me han apretado el aparato de los dientes y me duele horrores... y bueno... es que hay que explicarlo todo! Tengo un día de esos de mujer!!!
- Ya, vaya... pues la impresión que dabas es de esquivarme todo el tiempo. Bien... creo que acabo de meter completamente la pata, jejeje. Bueno, pues decirte solamente que me quedé la chaqueta marrón...
- Y la has estrenado ya?
- Sí, un par de veces... Bueno, oye, diculpa mi tono de antes. Supongo que tendrás trabajo...
- Vale... volveremos a vernos?
- Pues la verdad... yo paso poco por el centro, pero bueno si quieres quedamos un día a tomar un café.
- Pásate un día por la tienda y hablamos más tranquilamente.
- Muy bien. Nos vemos pues.
- Adiós.

Y cuando las cosas suceden así, es porque deben suceder así... Hoy volví a la tienda para comprar, pero Paula ya no trabajaba allí. Al marcharme con mis bolsas pensaba en todas las Paulas que pasan por nuestra vida sin quedarse, en aquellas que parecen acertar en la tecla aunque luego giren una esquina y desaparezcan... qué efimero es todo y qué bonito que así sea... Porque al final de todo, no mandará en la memoria nuestra rutina, sino los encuentros diferentes que nos motivan... aunque solo sea a seguir la moda de temporada ;)

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