lunes, 4 de enero de 2010

PLANOS

Me apetece darle a la tecla... y aun así no tengo nada nuevo que contar. Últimamente me dedico más a observar y callar, a volver a la humildad de aprender de quien ha vivido mucho, aunque no tenga tanta edad como un anciano. A veces me siento insignificante en experiencias y a veces pienso que cargo experiencias de un gigante... dónde está el límite? Supongo que cada cual elige hasta qué plano llegar... porque cuando llegamos al final de un plano y somos capaces de movernos como pez en el agua en ese ciclo de la vida debemos de tomar la decisión de cambiar de plano y volver a ser nada de nuevo (un nuevo trabajo, un cambio de país, una nueva relación...) o seguir encajados en un mundo donde nada nos sorprende. Creo que mi mayor miedo es no poder enfrentarme a perder mi tierra, mis huellas... a volar lejos sin tener cerca todo lo que hoy he construido con tanto esfuerzo. Es un bonito reto (perderlo todo para saber qué queda). Aunque en verdad mi actual estrategia ya está decidida, mi meta, mi aprendizaje. Esta vez me toca no hacer nada.. no inquietarme, terminar mi ciclo y no forzar nada... esperar a que todo surja para poder cambiar de plano otra vez... No tengo que precipitarme en buscar oportunidades porque sé muy claro que puedo crearlas, no tengo que precipitarme en sentir que el tiempo se marcha... voy a disfrutar ahora que puedo moverme líbremente por mi plano, para que cuando esté preparado abra una esquina y cambie la dimensión para seguir creciendo.

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